Amigos, nos llega la noticia de que la Comunidad Jesuita en Venezuela se pronunció en términos muy claros y tajantes. Es un nuevo actor, en el puzzle de Venezuela. Les recomendamos la lectura publicada por La Patilla.
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Yo pienso que todos nosotros ya muy mayores por cierto deberíamos serenarnos un poquito. De que nos sirve sufrir tanto? De que nos sirve leer las noticias a veces falsas que se publican? De nada, no nos sirve para nada, estamos sufriendo, estamos empeorando nuestra salud con tanta preocupación. Yo creo que nuestro problema se ha convertido en un problema colectivo, en una pandemia que va a terminar llevándonos a la desesperanza. Hoy tenemos que ser conscientes de que nuestras pensiones no se pagarán mientras hayan tantos problemas políticos y sociales en nuestro país. Las arcas públicas saqueadas, 25 millardos de dólares que desaparecieron de CADIVI, el precio del petróleo a la baja, petróleo regalado a otros países que se dan el lujo de venderlo como si ellos fueran productores, profesionales de salud (médicos) jóvenes venezolanos que tienen que echar más horas que un reloj para ganarse una miseria de sueldo, porque la asistencia está en manos de los médicos cubanos que nisiquiera tienen revalidados sus títulos, bancos como el city bank que abandona el pago de las obligaciones del estado venezolano en el exterior (un motivo por el que no se hacen las transferencias) dejando las cuentas del estado venezolano en suspensión de pagos. Actualmente el gobierno venezolano esta tratando de negociar con otros bancos internacionales para encomendarles la tarea que venía haciendo el city bank. Así que paremos de sufrir que nos vamos a morir como unos tontos. Y esa gente que participa en los foros solo para burlarse de nuestra situación, le debemos recordar que a ellos también les llegará la hora. No desanimarse por favor, solo debemos de pedirle a Dios un poquito de serenidad, por nuestra salud física y mental. Esta situación realmente es angustiosa, pero como dicen, si tiene solución para que preocuparnos y si no tiene pues entonces para que preocuparnos. Un cordial saludo a todos los pensionistas y jubilados. Ánimo y mucha tranquilidad.
ResponderEliminarEstimado amigo, lo que estamos intentando hacer es organizarnos en todo el planeta para que juntos tengamos más fuerza en nuestros reclamos. El hecho de que los Jesuitas se hayan unido a las protestas en contra de la situación actual nos fortalece y nos da ánimos. Debemos ser optimistas, algún día, esperamos que pronto, esta pesadilla pasará, con la ayuda de todos ustedes.
EliminarSr. Anónimo, Muy sabias sus palabras al plasmar en forma escrita, una realidad del pueblo Venezolano. Quienes nos encontramos en el exterior desde hace muchos años y que, nuestro único ingreso es la jubilacion o pensión, podríamos tomar sus palabras de dos maneras diferentes: Un deseo de transmitirnos serenidad y tranquilidad a nuestro cruel e interminable sufrimiento, pero también, pudiese interpretarse como una forma de demostrar su indiferencia, pasividad y resignación ante una realidad que nos atormenta y cuyas consecuencias nos ha llevado al desalojo de nuestras viviendas, al hambre y a una condiciones de marginalidad e indigencia. Pedirle tranquilidad y paciencia a los jubilados y pensionados en el contexto del hambre y la miseria suena a burla o simplemente,es un reflejo de una posición individual que no se parece, en lo absoluto, a las terribles realidades que estamos viviendo la gran mayoría de los jubilados y pensionados. Con todo el respeto que usted me merece, su comentario pareciera escrito por el ente responsable de nuestras calamidades y no por una victima de dicho ente. Si su comentario es un llamado a la paciencia y tranquilidad, a mi, ya se me acabaron ambas. Si las consecuencias de la no paciencia y la no tranquilidad es la enfermedad, ya estamos enfermos. Un saludo cordial y afectuoso para usted y mi reconocimiento y gratitud eterna al colega Megias por su loable labor.
ResponderEliminarSeñor González perdón si mis palabras han sido malinterpretadas, yo también estoy en la misma situación y jamás ha sido mi intención ofender a nadie ni ser indiferente. Solo que cuando mi situación me deprime porque no veo pronta solución, quisiera poder oír una voz que me diga ten paciencia, guarda la serenidad que esto también pasará. Pido perdón si me expresé de una manera que haya podido ofender a alguien. No ha sido ni será nunca mi intención. Agradezco una vez más a todos los que nos apoyan y nos acompañan en este caminar. Un cordial saludos a todos los pensionistas y jubilados y una vez más mis disculpas.
EliminarAmigo Anónimo, No hay nada que disculpar. Sus intenciones son buenas, pero nuestra desesperación, no nos permite aceptar algunos de los términos planteados inicialmente por usted.Realmente estamos viviendo una terrible pesadilla y los pensionados y jubilados en el exterior, somos los protagonistas.Un saludo cordial y esperemos, que mas temprano que tarde, podamos ver el sol.
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